lunes, 8 de octubre de 2012

Carta de un futbolista


El entrenamiento terminó, guardo las canilleras, los botines y me preparo para irme a casa. 
Ahí es cuando uno se detiene un minuto, mira la cancha vacía y escucha las últimas charlas sobre el próximo partido… ¿dónde jugamos? ¿cómo viajamos? ¿a qué hora?… y es ahí cuando el corazón empieza a latir más fuerte, ¿Qué es lo que nos da fuerza para empezar un torneo?
Yo el sábado salgo y los domingos me gusta dormir, dicen tus amigos. “Nunca estás un sábado en tu casa dice tu mama, vamos a bailar… ¡ahh, cierto entrenas! Estás loco, hasta que no te lastimen no vas a parar, ponte a estudiar y a trabajar”.
Es cuando piensas por dentro y te ríes… ¿qué saben ellos?,  qué saben ellos de la tensión y los nervios que no te dejan dormir un día antes del partido?… qué saben ellos de los partidos que jugaste lastimado o lesionado?… qué saben ellos en invierno cuanto te duelen los pies y las manos al entrenar?… que saben ellos qué se siente hacer un gol y que tus compañeros te abracen desesperadamente?… qué saben ellos las veces que corriste al bus para llegar al club a tiempo?… qué saben ellos de la fuerza que te dan tus compañeros con una palmada en la espalda para ayudarte a terminar el físico?… ​cuando preparas tu ropa, medias, botines para jugar… qué saben ellos lo que es abrazarse entre compañeros para consolarse del partido perdido?…qué saben ellos las veces que fuiste a entrenar con la comida atragantada o la panza vacía?… qué saben ellos lo que es reunirte todas las semanas con las mismas personas para dar todo en un entrenamiento y morir en la cancha?…qué saben ellos lo mucho que amamos este deporte?…qué saben ellos sobre el fútbol?
Compañeros… sentimos y nos apasionamos juntos, nosotros que todas las noches con frió,  calor, viento, entrenamos juntos para mejorar el equipo. Sólo nosotros entendemos la piel de pollo y las ganas de llorar que tenemos ahora al leer esto…qué saben ellos…?La verdad, NADA!!

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